Olor a estiercol:
Decir algo sucio sobre los polìticos, algo pervertido, algo grotesco, asqueroso, siniestro, aterrador, es endiablemente posible concordante con la realidad. Un grupo de polìticos con todo el descaro posible, que dicen y se desdicen en complacer a un grupo de aliados votantes que los lleven allì por la calidad de sus semejanzas.
No sé aùn que hacer. No sè si gritar, luchar, olvidar todo, o simplemente ser indiferente, cuando escucho a los polìticos. No sè si llorar serìa tal vez lo correcto al escucharlos. Asì que estoy en una indecisiòn terrible: còmo o por quien votar.
Por lo general, siempre he votado en blanco; pues al no saber o no creer en las cualidades que los polìticos muestran, he decido, siempre, cobardamente, obviar el deber de decidir quièn marcarà o direccionarà los destinos de mi vida y la de los miles de seres humanos que viven en mi paìs.
Sin embargo siempre hay un enorme esfuerzo por intentar creer en los demás, en aquellos polìticos que prometen miles de cosas, y que olvidan todo despuès de lo prometido. Lo peor es que no tengo palabras fuertes que puedan replantear el hacer algo al respecto de dicho fenòmeno: la sinverguenzura de los polìticos. Algo huele a estiercol, y todos lo sienten, todos los huelen, y nada, no pasa nada, todo sigue igual, todos votan, por uno u otro candidato, diciendo o pensando para si que no hay otro camino que resignarse. Y yo, que nunca podrè ser un resignado, tendrè que seguir votando en blanco, porque no creo que exista algo màs blanco que el papel en blanco.
Quisiera escribir, sin embargo, que ha llegado el momento de decir las cosas en alto, de pensar y actuar polìticamente; pero esto no es posible en mi caso, y sòlo me queda, por ahora, recrear historias que me hagan olvidar el desagradable deber de ir a votar, porque como siempre, votarè en blanco. y ¿porquè votarè en blanco? PUes porque no podrìa dormir tranquilo pensando que por quien votè ha ido llenàndose los dineros estafando a la sociedad; que no està allì por vocaciòn al servicio a la sociedad, sino por dinero. No puede haber nadie que me diga, al menos en estos tiempos, que no postula por dinero. Todos saben eso, y todos callan. Todos metidos en el mismo enjambre de "no se puede hacer nada"; todos metidos en una idea "todo esta perdido", todos nos quedamos en una frase "para què hacernos problemas si nada cambiarà". Asì conchudos candidatos, mounstruosamente descarados que viven del aire, o de los cuales es fàcil deducir sus fuentes poco .....................y ya me aburrì. Votarè en blanco otra vez.